Hace unos meses hablaba con una muy respetada colega, psicóloga, acerca de la intervención psicológica en el ámbito laboral.
Entre varios ítems nombramos el coaching. "Yo creo que es un psicoterapia con objetivos definidos", definió la profesional. Y, quizás, desde el punto de vista de la psicología clínica hasta pueda ser cierto.
Puede definirse, el coaching ?
El coaching se conformó como una disciplina con status propio. Va requiriendo de un lenguaje, una forma de investigar y una manera de formalizar y verificar los resultados, específicos y particulares para su objeto de estudio y de trabajo. A través del intercambio y el análisis produce conceptos que permiten reflejar las situaciones que se presentan, métodos y técnicas para intervenir y la forma en que se comprueban los resultados.
Este circuito es el que permite el desarrollo de la práctica y su crecimiento.
Como cualquier otra disciplina del campo humano es, y será, cuestionada en cuanto a su rigor científico y, seguramente, reavivará la vieja discusión acerca de qué es ciencia y qué no lo es.
5 conceptos básicos
En base a mi experiencia, y teniendo en cuenta que en mi haber llevo muchos más años como psicólogo clínico, que como coach, quiero plasmar "sobre papel" mis 5 impresiones básicas acerca de esta disciplina.
1) Es una intervención que se hace en un contexto de una tarea.
Es decir, para que exista coaching tiene que existir algo definido por hacer. Y "esto definido" se relaciona con el área laboral.
Existe el coaching de deportistas, de carrera laboral, de líderes de equipo, de jefes de proyecto, de investigadores, de docentes...el denominador común es que se refieren a un objetivo relacionado con el trabajo (lo que no implica, indefectiblemente, el lucro).
2) Es una ayuda para que el coacheado se sienta conforme con lo que hace, utilice sus recursos positivamente y en equlibrio con las demás áreas de su vida. El coaching "destraba nudos" que se producen en el camino hacia el logro de objetivos.
3) Implica la utización de diferentes técnicas de acuerdo a la formación del coach y las necesidades del coacheado. Las formas en que podemos ayudar a nuestro coacheados dependen del coach y del coacheado: de sus experiencias y conocimientos, sus valores, su capacidad de aceptar diferencias y su creatividad.
4) Los resultados deben ser evaluados mutuamente, lo mismo que los tiempos de intervención. El coaching puede ser efectivo en muy poco tiempo o durar años, dependerá de las necesidades de uno y de la disposición del otro.
5) No todos los coaches pueden ayudar a todos los que requieren del coaching: debe existir una afinidad y puntos en común que permitan la interacción, la generación de confianza y el aprendizaje mutuo.
Espero opiniones, sugerencias, aportes y críticas.
4 comentarios:
Hola Gabriel, te pregunto desde donde escribís con tanta seguridad sobre Coaching? Sos especialista en la disciplina?
Es buena tu pregunta.
Si pensamos como "especialista" a una persona que dentro de su quehacer profesional tiene una experiencia, especialmente, en coaching, cumplo con el requisito.
Sin embargo la pregunta va más allá y se refiere a quién está habilitado/calificado para ser un coach.
Y este es un buen debate.
Qué opinás ?
Gracias por responderme.
Opino que está lleno de chantas que dicen ser "Coaches", y que hay dos acepciones:
a) Somos casi todos "coaches de la vida", ayudamos a otros a transitarla
b) Muy, pero muy, pocas personas son "Coaches profesionales" y deberían estar habilitados para cobrar por ello... De hecho debería haber una certificación
Es cierto, no es fácil discriminar quién es idóneo y quién no. Es una disciplina que hace poco tiempo que tomó el camino de la formalización y requiere de mucho trabajo de intercambio y conceptualización. Este ida y vuelta entre teoría-práctica- intercambio-debate-nuevos conceptos es lo que generará mayor solidez.
Me propongo, a través de los posts, intercambiar experiencias y conclusiones.
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