8.6.09

SI a la falta de compromiso !!


La mayoría de los comentarios que recibí acerca de cómo evolucionan los índices de ausentismo contienen un factor común: la queja por la falta de compromiso. A través de este concepto parecen explicarse un vasta gama de conductas negativas. Desde "inventar" enfermedades para ausentarse del trabajo, llegadas tarde, distracción y baja de productividad, renuncias y poco cuidado por el trabajo hasta otros tantos males que aquejan, a diario, a gerentes y supervisores.
Quienes reciben, con mayor frecuencia la etiqueta de faltos de compromiso son, desde ya, los jóvenes. En el caso de esta franja - añorada por unos cuantos, entre los cuales que me incluyo - surge, a su vez, otra explicación. "Cuando tengan más responsabilidades, cuidarán su trabajo", podría resumirse. Y cuando no se habla de "los jóvenes", las interpretaciones apuntan a los subsidios por desempleo o a cualquier otro tipo de plan social que promueva la siesta o la changa más que el involucrarse con un trabajo.
Estos argumentos son reales y válidos, es cierto. Sin embargo, también lo es, que la "falta de compromiso" de los empleados es una respuesta a la falta de confianza que, a su vez, generan las compañías. Los engaños, las promesas sin cumplir, la desinformación respecto del proyecto conjunto, el poco respeto, la falta de coherencia, la injusticia...son generadores de desconfianza.

Desde hace un tiempo a esta parte se viene hablando de lo importante que es la empleabilidad, algo así como "adquirir la mayor cantidad de competencias para ser empleable, susceptible de ser contratado". Este "patrimonio de competencias" le permitirá, a su titular, acceder a las vacantes disponibles o, inclusive, a generar la demanda. Es un capital que cada cual genera para sí mismo y que, mientras dure la relación laboral, aplica en la compañía para la que presta servicios.
Quien trabaje en relación de dependencia debe estar preparado para enfrentar reestructuraciones, fusiones, adquisiciones o ventas.
La llamada falta de compromiso, entonces, parece no ser más que un sano mecanismo de defensa que nos protege de la ilusión de "un trabajo para toda la vida".
El compromiso se genera y alimenta por acciones mutuas. Y estas crisis, en las que "caen" verdaderas instituciones que fueran, en otros tiempos, símbolo de solidez y estabilidad, paran las antenas de los involucrados en busca de indicadores que permitan predecir qué sucederá.
Si las personas que componen las empresas no son conscientes de esta situación, invertirán en recursos por los que obtendrán pocos resultados.
Coherencia, claridad, comunicación, realismo, innovación, esfuerzo, ejemplo y pautas claras. Estos son los valores sobre los cuales podrán edificarse la confianza y el compromiso.







5 comentarios:

Senior Manager dijo...

La falta de compromiso laborla, va en función de la generación a la que pertenece la persona. A mayor edad, más compromiso y viceversa.

Pero no argumento esto queriendo decir que los jóvenes por ser menos comprometidos son también menos responsables; sino más bien porque las nuevas generaciones se han encontrado con un mundo laboral más abierto y más propenso a lso cambios.

Hace unos 10 años era "horrible" tener más de tres trabajos en tu Cv, ahora prácticamente da igual y en algunos casos es mejor, a eso me refiero, ya no importa trabajar para la misma empresa toda la vida y hasta puede que sea contraproducente.
Buena reflexión amigo.
SM

Andres Ubierna dijo...

Comparto Gabriel el tema de los valores.
Antes para muchos el motor era progresar, y el medio estudiar y trabajar con esfuerzo. Este fin, creo que ya no vale, hay que reinventar un nuevo amor. Un propósito con suficiente fuerza para mover los corazones, para entusiasmar, y que de allí derive el compromiso por perseguir ese propósito para el cuál el trabajo es sólo un vehículo.

Respecto al contrato emocional con el trabajo, hoy trabajar y ganarse la vida no genera compromiso, ni pasión, no tiene suficiente atractivo al menos de la intensidad necesaria para logros importantes. Sobre todo cuando muchos jóvenes vieron cómo los padres entregaron lo mejor de su vida al trabajo (pagando un precio importante), para lograr un progreso que no trajo consigo felicidad. Y muchos también vieron y siguen viendo cómo a pesar de su entrega sus padres y madres son "descartados". Es lógico que se pregunten "¿vale la pena?".

Gabriel Schwartz dijo...

Así es SM, es cierto lo del cambio generacional. Por lo tanto lo que no aplica es la queja. Inclusive creo que si investigamos, veremos que muchos jóvenes sí permanecen en las empresas unos cuantos años. Creo que lo que atrae es el proyecto, la posibilidad de desarrollarse.

Gracias Andrés por tu comentario. estoy de acuerdo contigo: es cierto que están desilusionados. Qué podrá devolverles la confianza ?

NaSh dijo...

tengo 20 años y pienso que la falta de compromiso se debe a la falta de pasion por lo que se hace, si realmente realizaramos lo que nos agrada sin presiones de tipo social el compromiso seria mayor porque seria una desicion propia y no para cumplir con algo o alguien.
almenos es mi caso.

Gabriel Schwartz dijo...

Nash, un placer contar con tu aporte. Estoy de acuerdo contigo: el compromiso va de la mano de la pasión. Sin embargo llega un momento que a la pasión necesitarás sumarle reconocimiento y dinero para solventar tus gastos. Y a veces debes hacer cosas que no te apasionan tanto porque forman parte del "paquete". La presión a la que te refieres tendrá que ver con lo que acabo de comentar ?
Creo que la clave está en lograr un equilibrio entre ambas variables. Las empresas deben ser cuidadosas en promover este equilibrio para no perder personas valiosas ! Qué opinan ?