Existe un conflicto ya clásico entre la práctica de la selección de personal y los cuestionamientos respecto de una posible discriminación.
El famoso ejemplo de "si las recepcionistas deben ser lindas" se puede extender a todas la posiciones. También a hombres y mujeres, casados y solteros, gordos oflacos, si viene lejos o cerca, de tal o cual colegio, etc...
Esta discusión tiene vigencia y, quizá con má fuerza, para los estudios psicotécnicos y otras prácticas - los exámenes ambientales, por ejemplo - que implican el involucrarse con aspectos personales de los candidatos.
Hasta qué punto es ético que el empleador conozca ciertos aspectos personales de su futuro colaborador ?
Y porqué no hacerlo, si el contrao psicológico entre empresa y colaborador tiene intenciones de continuidad y largo plazo. Hay algo para ocultar ?
Las empresas dan a conocer todo de sí ? Quizás, si el colaborador pregunta, puede enterarse y el selector no lo tomará a mal...
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